Pero en esa dulzura melódica, posiblemente tocada con el arpa, sus palabras, las frases del artista hebreo, van desde la alabanza, al clamor por protección y por la prosperidad económica, y del alma.
Con la bendición a Cristo, que es la roca de nuestra salvación empieza el dulce cantor de Israel, "bendito sea Jehová, mi roca,"...
Aunque David, no se dirige directamente a Jesús, (la principal piedra del ángulo) si no al padre, al nombre de Dios YHWH, en castellano Jehová, para ser pronunciable, las letras vocales son indispensables, aunque ahora, investigadores hallan descubierto qué la respiración tiene en sus dos movimientos el nombre de Dios inmerso "Jha- Jhe", cada vez que respiramos pronunciamos el nombre de Dios, por eso la escritura dice " todo lo que respire alabe a Jehová".
El experimento de estudio del sonido que sale por la boca, está compuesto por cuatro letras igualmente que las cuatro letras con las cuales dio a conocer Dios su nombre a Moisés, cuando estaba en la zarza ardiente.
De acuerdo o no a esta interpretación, David pone su confianza en el Señor, el Dios de sus padres.
Pone al ser humano como vanidad, sus días como sombra que pasa.
El el verso 5 y 6, ora por qué el reino de Dios sea establecido en la tierra, para que Dios descienda, pero también para que, sean destruidos los enemigos de la palabra de la justicia del rey celestial.
La diferencia de este rey, (David) con el rey venidero, esto es Jesucristo, quién hizo prodigios y milagros, sanando y dando libertad a lo cautivos. David, con su fuerza y su ejército, no consigue la paz Jerusalén, sino su hijo Salomón cómo está escrito en el libro de 1 de crónicas capítulo 22 verso 9: "He aquí te nacerá un hijo el cual será varón de paz, porque yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor por tanto su nombre será Salomón y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días."
Salomón fue admirado, y reconocido por su belleza y sabiduría, visitado por la reina de Saba, la cual dio al rey según los relatos de Corán, el libro sagrado del Islam, 4,5 toneladas de oro al rey de Israel.
Digamos que en un acto de aprecio, pero hoy, el hijo del Rey del Cielo esto es Jesús nuestro Señor, es adorado y amado, porque el es la lumbrera del templo.
En la ciudad de Dios como dice el libro de Apocalipsis capítulo 21 verso 9 en adelante cuándo uno de los siete Ángeles que tenía las siete copas llenas de las siete plagas postreras habló a Juan diciendo: " ven acá yo te mostraré la esposa del cordero".
Qué es, según la exégesis, una ciudad qué viene de arriba, en ella dice la escritura en el verso 22 qué no hay templo porque el señor Dios todopoderoso es el templo de ella y el cordero. Dice también la escritura que esta ciudad no tiene necesidad de sol, ni de luna que brille en ella, porque la gloria de Dios la ilumina y el cordero es su rumbera.
Apocalipsis 21:23.
Y desde ya desde hoy conocemos que debemos enamorarnos de esa lumbrera que es Jesucristo gloria y honra a nuestro señor.
Enamorados de ti Señor, escucha esta canción, canta Js. Suárez, un cover del salmista Abel Zavala.
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